sábado, 23 de abril de 2022

AUTOCONCIENCIA Y APOYO EMOCIONAL


Buenos días lectores de momentoeco, después del parón vacacional por Semana Santa es un placer volver una semana más con un nuevo post.


En esta ocasión hablaremos de la importancia de la autoconciencia entendida desde el reconocimiento de nuestras emociones y del apoyo emocional de nuestra red social.


Los seres humanos tenemos diferentes necesidades, desde alimentarnos, conseguir un empleo, tener una familia hasta reconocer y regular nuestras emociones. A lo largo de nuestro día a día se presentan diferentes situaciones y vivencias que afectan de manera directa a nuestras emociones, a veces, mucho más de lo que nos damos cuenta. Estas emociones tratan de alertarnos, protegernos y ayudarnos a interpretar lo que está sucediendo a nuestro alrededor.


En los últimos tiempos la comprensión de las emociones es algo que está adquiriendo un nuevo valor y está cambiando la vida de las personas y es que, por todos es sabido que la salud emocional y mental , nos permite mejorar de manera sustancial la calidad de nuestras vidas.


Así, la autoconciencia, el ser consciente de nuestras propias emociones, reconocerlas, situarlas y comprenderlas nos permite manejar nuestras frustraciones, comunicarlas de forma efectiva y asertiva y por ende, conseguir apoyo emocional de aquellos que queremos y que están dispuestos a ofrecérnoslo y en ocasiones, de los profesionales adecuados.


Dicho esto, todos pasamos por momentos de estrés, ansiedad, tristeza, agobio o cualquier emoción con la que os veáis reconocidos y con la que no os sintáis cómodos, y todos, como seres sociales que somos, necesitamos de nuestra familia, pareja o amigos, para que nos ayuden a gestionar nuestras emociones con su apoyo emocional.



Pero…¿qué es el apoyo emocional?


Entendemos por apoyo emocional la capacidad que tiene una persona para cuidar y escuchar de manera activa y empática a otra.


Esta necesidad de apoyo emocional existe desde la infancia con el apego infantil que siente el bebé con sus cuidadores, en la mayoría de los casos, sus padres. No obstante, sigue en la vida adulta y dependiendo de si ha sido resuelta o no en la infancia se sabrá reconocer y gestionar mejor o no en la adultez.


El apoyo emocional a veces consiste tan solo en sentir la presencia del otro, en acompañar sin juzgar, un simple gesto, no son sólo las palabras adecuadas en el momento preciso. El apoyo auténtico siempre favorece la mejora de esas emociones para la persona que se está sintiendo abrumada por ellas y une de una forma muy especial a las personas que tejen esa red bidireccional en la que una siente la emoción negativa y la otra ofrece su ayuda para mejorarla. Construye un vínculo sólido y seguro.

 

Sin embargo… ¿Cómo dar apoyo emocional?


Como hemos dicho anteriormente todos experimentamos momentos en los que nos sentimos inseguros y emocionalmente incapaces de manejar nuestras emociones. Lo importante es adquirir la seguridad para salir de esta situación, saber abordar los problemas con un nuevo enfoque y vislumbrar las soluciones que hay que llevar a la práctica para recuperar la serenidad. Pero muchas veces no es fácil encontrar por sí solos estos recursos y necesitamos de ayuda exterior.


Para ofrecer un buen apoyo emocional debes:

1.       Elegir el momento y la actitud adecuadas. Que la persona sienta la confianza necesaria para poder abrir sus emociones es algo de vital importancia.

2.       Practica la escucha activa. Mira a la persona, dedícate a ella y deja el resto de tareas para otro momento.

3.       Pregunta. Muestra tu interés por saber cómo se siente, qué ha pasado y cómo puedes ayudar.

4.       Demuestra tu empatía. Ponte en su lugar e identifica claramente qué te está contando y qué puede sentir. No frivolices.

5.       Pregunta / identifica las medidas a tomar. Además de un signo de escucha e interés, a veces las personas no son conscientes de que necesitan ayuda gradual y es el momento de ofrecer tu ayuda.

6.       Demuestra tu apoyo. Una vez hayas escuchado a la persona ya tengas una idea de cómo se siente y qué puedes hacer para ayudarla. Ahora sólo hazlo.

 

Para terminar os invito a la introspección, al autoconocimiento, y a la autoconciencia. No hay nada más importante que conocerse a uno mismo, saber autoregularse y tener una buena red social de apoyo que te respalde.

 




 


Hasta pronto.


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