lunes, 18 de marzo de 2019

¿EXISTE LA PERFECCIÓN O ES UNA TRAMPA? CÓMO NOS AFECTA.


Hola amigos lectores, tenía ganas de hacer este post. Creo que en el momento en el que vivimos este tema está de auge y que sería bueno que compartiéramos nuestras impresiones acerca de él. 

¿La perfección existe? ¿la has visto? ¿cómo puedo conseguirla? ¿cómo es? ¿cuesta mucho?

Para mí la perfección no existe y no solo no existe sino que conforma uno de los grandes males de nuestra sociedad actual.
Solo podemos ir mejorando día a día, basándonos en las experiencias que vamos viviendo en el proceso de nuestra vida, enfocándonos en nuestras debilidades tratando de mejorar un poco cada día, sin obsesiones.

¿Por qué digo que es el gran mal de nuestra sociedad?

Porque se nos exige buscarla sin descanso en una obsesión de que siempre se puede mejorar y mejorar con el único fin del capitalismo, del consumismo desmedido. Nos hacen creer que si llevamos la ropa de nueva colección, compramos los productos de belleza que anuncian en todas las cadenas televisivas, hacemos el viaje que está de moda, tenemos el móvil de última generación o nos sometemos a los tratamientos estéticos más pioneros conseguiremos esa ansiada perfección. ¿Pero cuál es el resultado? El resultado son personas frustradas, personas insatisfechas que cuando consiguen cualquiera de los citados objetivos que acercan a la perfección y ven que no la consiguen, se llenan de decepción.

¿Qué ocurre entonces?

Caemos en la trampa de la perfección, somos incapaces de aceptarnos perfectamente imperfectos y cada vez nos encontramos más insatisfechos con nosotros mismos por lo que se vuelve a iniciar el consumismo en esa lucha interna por ser perfectos. De nuevo no se vuelve a conseguir porque como os he dicho ya, la perfección total no existe y lo extrapolamos a otros ámbitos de nuestras vidas.

¿Cómo nos afecta?

La persona que busca la perfección de una manera obsesiva no sólo va a encontrarse con frustración, insatisfacción, decepción, tristeza y apatía frente a sí mismo y a lo que muestra hacia los demás, sino que además lo extrapolarán a sus relaciones personales, ya sean de amistad, familia o pareja, en las cuales siempre encontrarán que los demás, desde esa visión de su obsesión perfeccionista,  siempre serán mejorables,  siempre cometerán errores y por tanto, querrán cambiarlos al no encontrar en ellos lo que para ellas mismas ansían.

¿Cómo ser perfectamente imperfectos? Sin obsesiones.

Hay que utilizar el sentido común y el optimismo, fijar objetivos reales y buscar expectativas acordes, teniendo en cuenta siempre la aceptación de nuestra propia imperfección y la de los demás. Buscar nuestra humildad, trabajarla y ser constantes. Para la mayoría de situaciones que la vida nos presenta no es necesario ser perfectos, solo hay que ser reales, dadas las circunstancias, hacer lo que hagas lo mejor posible y valorar que la otra persona también lo hace de igual forma.  Ama tu caos.
(Os invito a leer: EL MUNDO AZUL. AMA TU CAOS de Albert Espinosa)

Nos vemos en la próxima.
Hasta pronto.



sábado, 16 de marzo de 2019

¿CÓMO SER FELIZ? PREGUNTAS Y RESPUESTAS


Hola amigos lectores de momentoeco de nuevo estoy por aquí. Hoy os traigo un post de los que más me gustan a mí, esos que conforme vas leyendo dan lugar a que os formuléis nuevas preguntas sobre vosotros mismos y vuestra forma de vivir.

¿Qué es la felicidad?

La felicidad como muchos sabéis es algo totalmente subjetivo, es decir, depende de cada persona, pues cada uno puede encontrar la felicidad en una cosa o persona diferente. Por tanto, ya os adelanto que no os daré aquí la fórmula mágica para que la encontréis, sois vosotros mismos en un viaje de introspección para con vuestra persona quien ha de ir descubriéndolo.

¿Qué se entiende por felicidad?

Si todos pensamos un poco en qué sería la felicidad, creo que coincidiríamos muchos en que ésta es un equilibrio emocional en el que la persona hace frente a sus emociones negativas, apoyándose en las positivas, sin que esto suponga un estado de bipolaridad cada vez que se pasa de un estadío a otro. Es decir, sería vivir aceptando cada una de las caras de la vida sin que ninguna de ellas altere en demasía nuestra persona.

Sin embargo, la vida en constante evolución, nos presenta ante otros escenarios en los que la felicidad es otra cosa. ¿A qué me refiero? Pues bien, hablo de cómo las redes sociales, los medios de comunicación, las modas, y los nuevos sistemas educativos, económicos e incluso políticos nos influyen de tal forma que si preguntásemos a la mayoría de personas hoy día y constatándolo con un estudio realizado por Harvard que comenzó en 1938 y se ha dilatado durante más de 75 años en los que se ha realizado un seguimiento a 724 personas de todas las edades, podríamos afirmar, junto a la evidencia de los resultados obtenidos por el director de dicho estudio Rober Waldinger, que si preguntásemos hoy día qué se desea para ser feliz, el 80% diría riqueza y el 50% fama.

Sin embargo, bajo mi humilde opinión creo que ni la riqueza ni la fama mejoran nuestro bienestar, no son relaciones saludables para nuestra persona sino que nos hacen pasar por la vida con un gran vacío, con una soledad devastadora. Seguro que habréis oído testimonios de gente que lo tiene todo en cuanto a posesiones y que cuando en su soledad se desmorona ese  mundo de cristal, de apariencia y superficialidad, no tiene nada.

Entonces… ¿cómo puedo ser feliz?

Mirad la receta de la felicidad como dije al principio es personal, depende de cada uno, cada uno le aporta su toque personal con los ingredientes que cree que le pueden hacer mejor, pero como todas las recetas, tiene un modo de preparacion en común a la de los demás. 

¿Cuál es?
ACEPTACIÓN, OPTIMISMO Y GRATITUD para iniciar el CAMINO.

Aceptación porque en ese viaje de introspección que os comentaba es de vital importancia aceptar. Aceptarse a uno mismo, ser conocedores de nuestras debilidades y trabajar en ellas para ser mejores, así como de nuestras fortalezas y sacarles partido. Aceptar a los demás por lo que son. La vida no es algo que podamos controlar y aceptar las cosas como vienen, luchar por las que se pueden cambiar y tener resiliencia para hacer frente a las que no, es muy importante.
Parece algo sencillo pero el trabajo de aceptación con uno mismo y con los demás es un reto que puede llevar mucho tiempo, no te frustres.

Optimismo, porque de la actitud con la que nos enfrentamos a la vida depende nuestro paso por ésta.  Por difícil que sea, hay que aprender a  encontrar lo bueno de cada situación, os prometo que si lo hacéis lo encontraréis.  La belleza colateral siempre está oculta, trata de encontrarla. Si consigues ser optimista te ayudará a enfrentarte a esa cara de la vida menos buena con más energía y motivación.

Gratitud.
Hay que hacer un ejercicio mental necesario para ser conscientes de todo cuanto tenemos y agradecer por ello cada día. Somos muy afortunados de poder vivir la vida cada día, de vivir el presente. Hazlo.

Una vez hayas conseguido estas tres primeras premisas te invito a que inicies “el camino a la felicidad”. Pero antes debes preguntarte 3 cosas…
¿Quién soy? ¿A dónde voy? ¿Con quién?  (Te invito a leer: LAS TRES PREGUNTAS de Jorge Bucay)

En la primera pregunta debes encontrarte a ti mismo, es un viaje que ya tienes iniciado con la aceptación y en el que debes continuar buceando para conocerte. En la segunda, busca un sentido a tu vida, el propósito que te da autorealización. Y en la tercera, suelta y recibe. Abre tu alma a tu verdadero compañero de ruta.
Las dos primeras son más personales, pero en la tercera quiero extenderme un poco.

Para ser feliz hay que ser selectivo, hay que rodearse de relaciones saludables, como he comentado anteriormente, la fama y la riqueza no son para mí relaciones saludables, para mí una relación sana son los vínculos sociales con compañeros de trabajo, amigos, familia y como no, con tu compañero/a de vida. La calidad de estas relaciones generará tu felicidad y te alejará por contra de la infelicidad, por ello, se selecto y escoge a los mejores.
Los mejores no son otros que aquellos que te hagan sentir vivo, con quienes te diviertas, quienes te contagien bienestar y huye, huye de quienes absorban tu energía, corten tus alas, borren tu sonrisa y pongan límites a tus sueños.

Y una vez en esa última fase pregúntate… Si mañana todo acabara, ¿repetiría lo que estoy haciendo hoy? Si la respuesta es afirmativa, enhorabuena, has conseguido tu propia receta. Disfrútala!

Un saludo.
Hasta pronto.
 



domingo, 3 de marzo de 2019


CREENCIAS - FE
Buenas amigos/as lectores de momentoeco me satisface estar de vuelta y que podamos compartir de nuevo este feedback que me apasiona.
Hoy vengo con un post de esos de los que no gusta hablar por miedo a que nos categoricen, pero tranquilos este no es el sitio para juzgar ni para etiquetar nada ni a nadie. Vamos a hablar del tema desde otra perspectiva.

¿Qué es una creencia?
Una creencia es el estado en el que una persona reconoce algo como cierto, verdadero, como consecuencia del conocimiento o experiencia que ha tenido. Por tanto, es algo totalmente subjetivo, es decir, que sea cierto para alguien no quiero decir que sea así realmente para el conjunto del resto de personas.


Y diréis...¿por qué nos habla de esto?
Pues bien, si reflexionamos acerca de cada decisión que tomamos o que por contra, no tomamos, ambas vienen dadas por la importancia de las creencias. Es aquí, por la importancia que éstas cobran en nuestra vida, por lo que nace este post.
Cada persona, desde que nace es educada en una familia que ya, con unas circunstancias, experiencias y acontecimientos vividos o por vivir, marcan la vida de esos futuros hijos.
Por ejemplo: si naces en una familia cuyos padres creen que viajar en avión es un peligro, posiblemente esos hijos hasta que no tengan la posibilidad de hacerlo por ellos mismos, no viajen en avión, puesto que sus padres creen que supone una amenaza para sus vidas.
De igual manera con aspectos más importantes que no vamos a entrar a valorar aquí para que nadie se vea ofendido.

En definitiva, todos tenemos falsas creencias adquiridas de nuestras vivencias que construyen nuestra esencia y que marcan nuestras decisiones.

Pero la pregunta es...¿merece la pena a veces dejarse llevar por la fe y evitar que esas creencias dirijan nuestras decisiones?
Antes que todo, entendamos en este punto la fe no como algo teológico sino como un convencimiento en el que una persona o cosa es posible, real, honrada buena, capaz.
Se que es algo difícil, que nuestras creencias han forjado nuestra persona y desprenderse de ellas aunque sea por un momento, cuesta, pero os animo desde aquí a creer, aunque parezca que algo es improbable, aunque tus vivencias te digan NO, cree, porque "lo peor que le puede pasar a uno es no creer en nada. Quien no cree en nada se vuelve extranjero de la vida" y maravillosamente si arriesgas, si derrotas tus miedos, merecerá la pena. 




EN ESTE POST HEMOS HABLADO DE: creencias y fe.
-Las experiencias forjan nuestras creencias, las cuales, a veces, es sano olvidar.
-La fe, qué sería de nosotros si no creyesemos en nada. La vida puede merecer mucho la pena si te atreves, solo hazlo.



Un saludo.
Hasta pronto.